Un retrete contra los abusos sexuales A primera vista, el poblado de Dehelud es como cualquier otro de India. Las vacas andan a su aire y, como la vegetación escasea en el desértico estado de Rajastán, contentan sus estómagos vacíos lamiendo carteles y mascando cartones que encuentran en montañas de basura. Mientras tanto, los niños corretean alrededor semidesnudos, y disfrutan de un chaparrón ocasional rebozándose en el barro. El resto de los 5.000 habitantes de la localidad se afanan en sus labores habituales, ya sean preparar la comida, arreglar un carro de bueyes, vender champú en bolsitas individuales, o echar una siesta en el lugar menos pensado. Sin duda, nada hace pensar que, en realidad, este sea un pueblo diferente. Pero lo es. Claro que, para descubrir el porqué, hay que entrar al interior de sus pequeñas casas unifamiliares. Todas tienen un váter. Puede parecer una cuestión nimia, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de un gran logro que el gobierno indio premi...